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jueves, 17 de noviembre de 2011

El pan nuestro de cada día I


A lo largo de nuestra vida hemos consumido alimentos sin estar consientes de las sustancias que los contienen, si aportan nutrientes especiales a nuestro cuerpo o no, sólo los comemos porque era lo que nos daban nuestros padres cuando éramos niños, y ahora repetimos lo mismo con nuestros hijos, así nos lo dicta la costumbre; un ejemplo de estos alimentos es el pan. Poco sabemos de los ingredientes que tiene, cómo se elabora, la mayoría sólo hemos oído que engorda, pero no estamos conscientes del por qué sucede, para conocer un poco más de este alimento les presentamos, en dos partes, la siguiente información:


El pan existe desde hace miles de años; antes de la época cristiana, el hombre molía el trigo y otros cereales, entre piedras, para hacer harina, la cual se mezclaba con agua, sal y levadura natural (hecha con la misma harina). Esta masa se esponjaba debido al dióxido de carbono (que se forma por la acción de la levadura) y se horneaba, daba como resultado lo que se conoce como pan. 


Esta forma de hacer el pan duró muchísimos años, hasta que a mediados del siglo XIX  un comerciante polaco patrocinó una máquina que podía hacer la harina blanca, se puso de moda entre la gente rica, pensaban que la harina y el pan entre más blancos eran mejores. Se popularizó por ser liviano y muy fácil de masticar, a diferencia del pan hecho con trigo entero. Esta harina blanca se conoce actualmente como harina refinada. 

Hoy en día, la mayoría del pan que se consigue en el mercado está hecho con harina blanca. En algunos países europeos como Alemania, Bélgica y Holanda, entre otros, se conserva todavía la tradición de hacerlo con harinas de cereales enteros y no refinados. Pero ¿cuál es el problema de refinar la harina?


El trigo entero está compuesto de germen, salvado y almidón. La harina integral contiene estos mismos elementos, ya que se obtiene de moler el trigo. Pero cuando se refina, se le quita el salvado y el germen –donde se encuentra la mayor parte de los nutrientes- quedando el puro almidón, esto es lo que provoca que la gente engorde. En el proceso de refinamiento, la harina pierde vitaminas, minerales, proteínas y fibra, un total aproximadamente 25 nutrientes, entre ellos hierro, calcio, magnesio, potasio, vitaminas B1, B2, B6, y otros.


En la segunda parte de este tema les hablaremos más del proceso de refinamiento en la harina y de los múltiples daños que provoca en nuestro organismo, no se lo pierdan. 


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