La
diabetes no es una enfermedad que te cae del cielo, y tampoco esta
comprobado que sea hereditaria. Hay personas que tienen diabetes y
ningún familiar cercano la padece. Un conjunto de factores se tienen
que conjuntar para tener esa enfermedad, y uno de ellos, y quizás de
los más importante son los hábitos alimenticios que tienes. La
diabetes es hoy en día la causa número uno de muerte en Mexico, sin
embargo nadie nos informa de los peligros de consumir azúcar.
El
azúcar blanca no crece en un árbol o en un arbusto, como la fruta,
la sacan de la caña, que contiene varios nutrientes como vitaminas,
minerales y fibra. Sin embargo en el proceso de elaboración del
azúcar, la caña pierde todos sus nutrientes, quedando un producto
químico, sin ningún valor nutricional, que ganó solo aditivos
químicos en el proceso. Entre esos aditivos encontramos aluminio,
metal tóxico, que el cuerpo no puede eliminar, y que guarda en el
cerebro y los riñones, pudiendo provocar enfermedades cerebrales a
largo plazo, tales como Alzheimer o Parkinson.
El
azúcar refinada (y todo lo que la contiene, como refrescos,
pasteles, galletas, golosinas, etc.) hace que nuestro páncreas (un
órgano que produce varias hormonas y enzimas) tenga que trabajar de
más, para producir la insulina suficiente para bajar los altos
niveles de azúcar en la sangre y proteger así los órganos vitales
(incluido el cerebro). Para que no se baje demasiado, las glándulas
supra renales producen adrenalina. En un inicio el azúcar consumida
nos da energía, ya que es un carbohidrato simple, pero después de
todo lo que tiene que hacer el cuerpo en un intento por mantener el
equilibrio, queda agotado, e inconscientemente queremos más azúcar,
y el círculo vicioso comienza de nuevo. A lo largo del tiempo, el
páncreas, después de trabajar en exceso, está agotado y empiezan
los problemas para metabolizar los azúcares en general. La insulina
es una hormona que sirve como una llave para abrir las células y que
el azúcar entre y nos proporcione energía. Si el páncreas ya no
produce insulina correctamente, tendremos un exceso de azúcar en la
sangre. Esto provoca a la larga una serie de problemas graves, como
pérdida de la visión, dificultad para que las heridas cierren,
problemas hepáticos y renales entre otros.
Normalmente
el médico nos recomendara un fármaco para bajar los niveles de
glucosa en sangre, pero el problema real, la causa no está siendo
eliminada. Hay que eliminar el azúcar de nuestra vida, y no solo si
tienes diabetes, hay que prevenir, el azúcar no trae nada bueno a
nuestro cuerpo, sólo es un comercio que beneficia solo a los que la
venden.
La
industria con todo su sistema publicitario y mercadológico nos
manipula y nos hace consumir productos que no necesitamos y que
incluso nos pueden hacer daño.
La
gente en general cree que no come mucha azúcar porque no se la
añaden al café o al te, sin embargo se encuentra en miles de
productos.
Es
importante leer las etiquetas, lo digo y lo repito en todos mis
cursos y artículos. En dónde dice "ingredientes", por ley
tienen que poner todos los ingredientes que contiene el producto, si
ves que dice azúcar, glucosa, sacarosa, fructosa u otro que termine
en "osa" es azúcar. Los ingredientes vienen en orden de
cantidad, los que primero aparecen son los que más contiene el
producto, los últimos, son los que menos contiene.
En
lugar de azúcar, puedes consumir stevia, una planta dulce que
proviene de Paraguay y Brasil, que incluso fortalece el páncreas. La
stevia ahora la venden en polvo, pero también revisa que no tenga
azúcar añadida.
El
piloncillo, el azúcar mascabado, la miel de abeja, el jarabe de
maple, son todos endulzantes que hacen trabajar de más al páncreas.
Desafortunadamente
los niños son los que en general consumen más azúcar, ya que los
productos "para niños" contienen grandes cantidades de
azúcar y de químicos nocivos. Ellos son los que mejor tendrían que
comer, ya que por un lado se están formando y por otro les estamos
creando hábitos.
Para
prevenir la diabetes, y muchas otras enfermedades, es importante
consumir alimentos frescos, como verduras frescas, que contienen
muchos nutrientes, fibra y enzimas; proteína, granos integrales,
productos de soya que ayudan a regular los azúcares, semillas y
nueces y grasa de buena calidad como aceite de oliva, aceite de coco,
aceite de semilla de uva y aguacate entre otros.
No
te dejes engañar ni manipular por las grandes compañías, que sólo
quieren seguir enriqueciéndose a costas de nuestra salud y la de
nuestra familia.
Por
una cultura de prevención.
Mónica
Noviello